Ser uno siendo una
Un día descubrí que, en la pseudociencia de la numerología, soy el número uno con el apellido que me prestaron y sigo siendo uno con el apellido que me quitaron.
Y luego, también me di cuenta, que soy el número uno de muchos; porque soy la primera hija de mi madre, la primera de mi progenitor y la primera de mi padre.
Fui uno cuando quise ser el número uno en el colegio como estudiante, personera y en la fila donde ubicaban por orden de estatura; pero en todas quedé de dos o tres.
Fui el puesto 111 en mi Icfes que es algo que se hace en Colombia para medir la inteligencia y en ese mismo puesto estuvimos 1000 personas. Así que, ese día, miles fuimos uno.
Fui uno con una expareja hasta que fuimos cuatro.
Soy uno cuando hago el amor conmigo misma y uno cuando hago el amor con el amor de mi vida.
Soy uno aunque me digan que puedo ser dos por mi signo.
Soy una más que uno, porque soy una mujer cisgénero, pero sigo siendo uno en la pseudociencia de la numerología.
Escrito por Alejandra Garavito Cruz
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